Mensaje reflexivo Desde el primer trimestre del año 2020, la sombra de una terrible enfermedad desconocida: el coronavirus o COVID 19, prendió las alarmas en el mundo. Nuestro país, como todos, puso a funcionar lo mejor de sus recursos humanos en salud, economía y educación; después de aprender sobre la marcha, México logró definir estrategias que han permitido atender con resultados lo menos negativos posibles, las necesidades y carencias en materia educativa. Siempre es dolorosa una pérdida humana, pero lo es más cuando estas se dan en los profesionales de la educación, cuando se cortan vidas entregadas a la formación de niños, adolescentes y adultos, cuando las “vocaciones pedagógicas” se ven truncadas para siempre. Muchos son los aprendizajes que tenemos y los que aún estamos por construir a raíz de esta pandemia, los hay y habrá en conocimientos, habilidades, actitudes, desempeños, compromisos y valores, propios del quehacer educativo en todos los ámbitos. Los retos son eno