Por una cultura científica
Los contenidos de CN, por otra parte, suelen organizarse en torno a aspectos importantes del mundo natural. El currículo de la RIEB (2011) maneja cuatro ámbitos de este tipo –Desarrollo humano y cuidado de la salud; Biodiversidad y protección del ambiente; Cambio e interacciones en fenómenos y procesos físicos; Propiedades y transformaciones de los materiales— y un quinto ámbito que tiene un carácter transversal, Conocimiento científico y conocimiento tecnológico en la sociedad.
Los programas de CN del currículo 2011 definen también ocho propósitos a perseguir, en los que se pueden distinguir dos subgrupos. Tres se aplican en todos los ámbitos:
- Adquirir perspectiva científica: que los alumnos interpreten, describan y expliquen, a partir de modelos, fenómenos y procesos naturales cercanos a su experiencia.
- Aplicar la ciencia: que los chicos integren y apliquen sus conocimientos, habilidades y actitudes para buscar opciones de solución a problemas comunes.
- Entender la ciencia como conocimiento imperfecto: que los alumnos reconozcan la ciencia y la tecnología como procesos en actualización permanente, con los alcances y las limitaciones propios de toda construcción humana.
Otros cinco propósitos se refieren a los cinco ámbitos mencionados, proponiendo que los alumnos:
- Practiquen hábitos saludables para prevenir enfermedades, accidentes y situaciones de riesgo a partir del conocimiento de su cuerpo.
- Participen en acciones de consumo sustentable que ayudan a cuidar el ambiente.
- Conozcan las características comunes de los seres vivos y las usen para inferir algunas relaciones de adaptación que establecen con el ambiente.
- Identifiquen interacciones entre objetos del entorno asociadas a fenómenos físicos, para relacionar sus causas y efectos y reconocer sus aplicaciones en la vida diaria.
- Identifiquen propiedades de los materiales y cómo se aprovechan sus transformaciones en diversas actividades humanas.
Sin desconocer la importancia de la aplicación del conocimiento, no hay que perder de vista que, para hacerlo con bases sólidas, hay que tener primero una buena comprensión de los fenómenos de que se trate. Para entender por qué hay que evitar el abuso de ciertos alimentos, o las ventajas de tomar agua simple potable, por ejemplo, es necesario saber que las enfermedades no se deben a castigos divinos o mal de ojo, sino a infecciones debidas a microbios, a la carencia de nutrientes como ciertas vitaminas o minerales, o al exceso de otros como azúcar o sal, además, desde luego, de los daños por golpes o heridas. Y eso supone saber que no es lo mismo una bacteria que un virus, qué es una vitamina o una proteína y, en general, entender cómo es y cómo funciona nuestro cuerpo, todos los cuales son conocimientos básicos.
Por ello es razonable que la atención se ponga en la aplicación de conocimientos científicos después de que los estudiantes hayan entendido ciertas nociones básicas sobre el mundo. Importa que un ciudadano tenga una visión congruente con las aportaciones de las CN, superando las ideas míticas y mágicas precientíficas, aún si no hubiera aplicaciones prácticas, que las hay, y tan poderosas que han transformado radicalmente la forma en que vivimos.
Por ello se propone una formulación diferente de los propósitos de enseñar ciencias en Educación Básica, de la siguiente manera:
En el nivel básico, la enseñanza de CN buscará que los estudiantes…
- Alcancen una visión del mundo acorde con la ciencia, superando explicaciones míticas y mágicas. La visión se concretará en comprensiones básicas claras de ideas clave en grandes ámbitos de fenómenos: el hombre, en el conjunto de los seres vivos y los ecosistemas de la Tierra, que es parte de un universo inmenso regido por las mismas leyes físico-químicas. Se opone a la memorización de gran número de contenidos puntuales superficialmente comprendidos y mal articulados.
- Tengan una comprensión básica de la forma en que procede la investigación en CN, combinando observación y construcción de explicaciones, superando tanto la aceptación acrítica de ideas dogmáticas, como la reducción a un supuesto método científico como receta de aplicación mecánica. Incluye alcanzar un dominio, a nivel elemental, de habilidades como formular preguntas investigables, observar y medir, identificar patrones y tendencias, distinguir correlación y causalidad, etc.
- Cultiven actitudes y disposiciones positivas respecto a las CN como áreas del conocimiento que, además de importantes, son accesibles, en lo básico, a cualquier persona, evitando actitudes de rechazo, al identificar a la ciencia como una peligrosa amenaza, o tan abstrusa y compleja que solo estaría al alcance de pocas personas excepcionalmente dotadas.
- Tengan comprensión crítica del potencial transformador de las CN, vía la tecnología, como se aprecia en avances sin precedentes en la atención de necesidades de nutrición, vestido, vivienda, transporte y comunicación, prevención y curación de enfermedades, fuentes de energía poderosas, limpias y renovables, etc. Incluye comprender el potencial destructivo de tecnologías basadas en las CN, como en el deterioro ambiental o la carrera armamentística. Se opone a la idea de que dicho potencial es similar al de tecnologías precientíficas.
- Consigan una comprensión clara, basada en valores, de las implicaciones éticas y políticas del trabajo científico y las tecnologías derivadas, lo que implica que las decisiones al respecto, que pueden tener consecuencias de largo plazo, deberán ser tomadas por instancias adecuadas, con participación de las partes con interés legítimo, y mediante procedimientos propios de la democracia. Se opone tanto a la idea de que solamente los especialistas deberían participar en tales decisiones, como a la de que deberían tomarse simplemente mediante consultas plebiscitarias.
Una consecuencia de la cancelación de la reforma educativa de 2013, con el Nuevo Modelo Educativo, es que en el ciclo escolar 2019-2020 se aplicaron los programas del currículo de 2011. Al parecer esto volverá a ocurrir en el presente ciclo, ya que la puesta en práctica de un currículo derivado de la reforma de 2019 se contempla hasta 2021-2022.
Por ahora se desconoce cómo propondrá ese nuevo currículo organizar los aprendizajes esperados de CN. En estas circunstancias, en la siguiente entrega de esta columna se darán sugerencias para ello, partiendo de la formulación de los propósitos que se acaba de presentar, para buscar que los contenidos tengan una secuencia mejor que la que se ha manejado hasta ahora, en forma congruente con la idea del currículo progresivo.
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