Reconocimiento al mérito docente
Juan Guillermo Calvillo Contreras es un docente con 41 años de servicio, 20 de ellos en escuelas marginadas con grupos de 45 a 50 alumnos y 21 como Director en escuelas urbanas, actualmente funge como tal en la Primaria Prof. J. Santos Valdez García, del fraccionamiento Colinas del Río, en la ciudad de Aguascalientes.
“Inicié mi trabajo en la escuela unitaria Valentín Gómez Farías de la comunidad Mesa del Roble, Calvillo, Ags., con 90 alumnos de 1º a 5º grados; por la mañana atendía de primero a tercero y por la tarde los otros, al mes ya trabajaba con 6º también, además dedicaba tiempo en sábados a clubes deportivos.
Mis estudios de Normal los hice en el CRENA (Centro Regional de Educación Normal de Aguascalientes), el primer contacto con la práctica docente se da en la escuela Ignacio Ramírez, aquí en la ciudad, observando a una compañera del cuarto semestre; un día la practicante no se presenta y la maestra titular del grupo me pide que lo atienda.
Yo cursaba apenas el primer semestre, no tenía aún la preparación para esa responsabilidad, sin embargo, acepté y toda la jornada impartí Matemáticas, porque era la materia que más me gustaba y se me facilitaba, esto gracias a la Mtra. Imelda que tuve en 4° grado de Primaria y a la Mtra. Hilda Saucedo Calderón (ya fallecida) en Secundaria, me motivaron tanto, que ha sido la materia predilecta, no así Inglés y lo que son las cosas, actualmente soy Director de una escuela bilingüe, lo cual me ha costado bastante estudio. Todos los docentes en esta Primaria son bilingües, han asistido a cursos de capacitación.
Una de las experiencias más valiosas en la primera comunidad donde trabajé fue que también fungí como partero, era costumbre que a la escuela acudía el familiar de la parturienta para que por medio del equipo de sonido diéramos aviso y el vehículo más cercano a la escuela pudiera llevar la paciente a Calvillo, resulta que en una ocasión acostamos a la mujer en mi catre, se rompió la fuente y tuve que hacer el trabajo de parto, fue una niña que nombraron Jovana, el segundo que atendí fue niño, le pusieron Juan Guillermo y el tercero, también hombre, se llama Emmanuel.
Otra experiencia grata fue que en las fiestas de la comunidad, primero se le servía al maestro o la fiesta no empezaba si no llegaba él, en el medio rural entonces hacíamos las veces de médico, sacerdote, autoridad, etc., había mucho respeto y aprecio por el docente.
Hace como seis meses fui a esa primera comunidad y la escuela estaba abandonada, me dio mucha tristeza. Curiosamente, el primer Supervisor que tuve como maestro fue el primero también cuando llegué a ser Director.
Recuerdo la sorpresa que tuve en una escuela de Calvillo, en esa ocasión nos reunimos los maestros con los niños de 6º grado para la Olimpiada del Conocimiento, la verdad acudí por disposición oficial, sin embargo, resulta que ganó uno de mis alumnos; el Supervisor me felicitó porque Jesús Martínez obtuvo el primer lugar, esta experiencia demostró un reto más que vencimos estudiante y docente.
Cuando decido cambiar de escuela, al regresar por mis cosas a la comunidad los vecinos habían organizado una comida amenizada con un grupo norteño, todos lloraban pidiendo que me quedara, la razón por la cual yo busqué el cambio fue que mi papá estaba enfermo y quería estar más cerca de él para atenderlo mejor.
La segunda Primaria a la que llegué está ubicada en Cañada Grande de Cotorinas, Calvillito; ya bidocente, el otro compañero, Mauro Flores, muy buen maestro, egresó un año antes que yo del CRENA también, me pidió le permitiera atender 1º con la condición de remitir a todos los alumnos que no supieran leer ni escribir, yo atendería a todos los demás, de 2° a 6° que sí leían y escribían; entonces él atendió a casi 90 niños, aunque registrados sólo 45, en la única aula y yo a 45 debajo de un mezquite.
Como Director llegué por méritos escalafonarios, aunque antes estudié la Licenciatura en Matemáticas en la Normal Superior de Aguascalientes, después la Maestría en Educación Básica en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.
La escuela donde me estrené como Director fue la Manuel Pérez Treviño en el barrio de Guadalupe, a un lado del templo con ese nombre, encontré un sistema casi militarizado, la primera Directora fue la Mtra. Eloísa Barbosa, permaneció ahí casi toda su vida, la segunda fue la Mtra. Isabel, Chavelita, auxiliar de la maestra Eloísa, también duró varios años y continuó el sistema disciplinario de su antecesora.
Cuando se jubila la maestra Chavelita llego como Director, y el Supervisor era el maestro Isidro Salazar Morales, ya viejos conocidos, el principal reto que enfrento es acabar con formas demasiado rígidas de organización y convivencia escolar, por ejemplo: en el aula se sentaban niños separados de las niñas y no debían trabajar juntos, el que los alumnos al unísono saludaran y se levantaran de sus asientos cuando alguien entraba al salón, que en el recreo hubiese área de juego para unos y otras, prohibiendo la convivencia entre ambos, y demás disposiciones.
Los antecedentes de la danza en mi formación, primero en el grupo de la secundaria, y luego en el CRENA, me permiten formar un grupo de danza en la escuela Agustín Melgar de la colonia Insurgentes, fue el inicio de un proyecto a largo plazo.
Llego a esta escuela de Colinas (hace trece años) y continúo lo que en la Melgar empecé, para entonces estaba convencido del beneficio pedagógico de las Artes, ahora sustentadas en el Plan y Programas de Estudio para la Educación Básica, y como el docente por lo general no cuenta con las herramientas para impartir tal disciplina, encuentro la coyuntura ideal para una variación en la formación de alumnos y maestros. Esto fue producto de una lucha contra viento y marea, hasta que los padres se motivaron para comprarles instrumentos a sus hijos, actualmente una exalumna toca el violín en la Orquesta Sinfónica de la UAA, y tres más lo hacen en la Orquesta Esperanza Azteca.
Todo lo anterior me produce grandes satisfacciones, en esta escuela se imparte música y expresión corporal, como resultado de la Autonomía Curricular, también impartimos charlas sobre desarrollo socioemocional para los docentes, las cuales permiten mejores rendimientos académicos, lo que nos acerca a una educación integral.
En lo pedagógico, el proyecto de las Artes se vincula con el currículo oficial, ahora lo dice el Plan y Programas de Estudio, yo tengo veinte años sosteniendo ese enfoque, sus fortalezas son: mejor aprovechamiento académico, una mayor motivación en el estudio, menor ausentismo escolar, mejor conducta social; un reto es que quien venga como Director pueda continuar con un personal completo y fijo, falta poco para tal condición.
Otro reto es vender este proyecto dándolo a conocer a las autoridades educativas locales, en esta Primaria tenemos 500 alumnos, no necesitamos más horas de trabajo, necesitamos reconocimiento para crecer y contagiar a otras escuelas, porque atendemos la formación en valores, respeto, responsabilidad e iniciativa.
Quiero invitar a toda persona que desee constatar el trabajo que aquí se hace, serán siempre bienvenidas y muchas gracias por esta oportunidad brindada.”
Fotografías: Chantal Martínez Díaz
La entrevista de semblanza al Mtro. Juan Guillermo Calvillo Contreras se realizó en noviembre de 2019.
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